domingo, 23 de noviembre de 2014

sublime

estas lineas, esta necesidad, este enorme esfuerzo energético que estoy haciendo para transmitirte un atisbo de mi alma. volcar el océano de mi espíritu, en los laberintos rígidos de las palabras. pero lo hago, lo hago con la fuerza y el combustible de mi corazón, que no le importa adaptarse a las dimensiones  y convenciones humanas, si puede drenar, una pizca de su inmensidad. lo hago porque no puedo no hacerlo. lo hago con la credibilidad de todo mi tiempo y espacio que en pleno movimiento, me presionan, me aceleran, me excitan. soy un temblor agudo de sensaciones cada vez más nuevas.. y mi intención.. la dirección de los anhelos de mi corazón, que sólo quiere encontrarte.. y que no le importa atravesar las inmensidades de la incertidumbre, los desiertos de la soledad, los riesgos de lo desconocido, si la posibilidad de encontrarte reside en esos caminos. me crucifico en ese sueño, me ofrendo a los designios de un destino incierto. sublimar la fe, hasta materializarla encomendar mi inocencia, hasta sorprenderla.... atravesar y, confiar, confiar, confiaR!

Dios

testimonio ahora, Dios ahora
un deseo, la voracidad de la vida y yo en sus fauces
esa extraña necesidad que tienen las cosas para ser
mi incomprensión y mi inocencia, queriendo resguardarse
soy pura acción, soy pura entrega, estoy en el juego
la estrategia de mi individualidad, es una excusa
la excusa es el amor.. lo único absolutamente válido
la única respuesta que puede hacer drenar de sentido
me siento como un sol, al cual se le escapan los rayos
perdí el control, mi destino es más grande
me siento encendida, viva, iluminada, atravesada 
joven, fértil, una cascada eterna de luces 
sensaciones arcaicas sutilizadas, la transformación de la vida, fluyendo como agua
pienso en mi, me siento a mi.. en una secuencia de imágenes, de mutaciones
y empiezo a ver en ellas, a la mueca del mundo
le doy refrescos de indulgencia a mi alma, sano sus heridas
siento paz, pero también siento abismo
siento siento siento...
me reconozco en el perdón, me reflejo en ese deambular por el tiempo
y el aprendizaje... que va dando respuestas que no satisfacen a tus preguntas ni añoranzas más soñadas, pero que sin embargo, tejen en el alma, una nueva ventana
ese horizonte que se despeja... y se llena de colores naranjas, destellos de la sabiduría del sol, que nos deja dormir, que nos da descanso -aunque el mismo no tenga descanso- eso es amor. eso es belleza, eso es Dios. El encuentro de seres que tienen el mismo origen, pero que sin embargo, se desconocen, y quieren conocerse, y quieren expandirse, amarse, crearse nuevamente.
La vida, desprende sus pociones hechizantes y maravillosas por cada fibra que delinea mis sensaciones. Sus buenos augurios, su inmensidad, su potencialidad, me hacen inmensa, me subliman, estiran mis prejuicios como cadenas que se vuelven maleables, que desisten de su condición de hierro inquebrantable. Me disuelvo... me disuelvo en la pintura de mi vida... y Dios en este momento... es esa lluvia que borronea los límites de mi estructura... Dios es posibilidad, es movimiento, es Vida, es Ser...  lo comprendo...  lo acepto en éxtasis mientras ya no sé quién soy. Y lloro, lloro de emoción porque me siento tocada por la inconmensurable vida, me siento besada por el cosmos entero.. y mi sangre... aún en los circuitos que dicta mi corazón... se vuelve más tibia, más sabía, más anciana...  acepta que será derramada... derramada como esa misma lluvia que me disolvió a mi.... y que su función es eterna..  que yo seré todos los ciclos, todas las funciones,  qué la valentía que necesitamos para cabalgar el sueño eterno, que esa fuerza, ese ímpetu, ese guerrero invencible, es el amor. Hagamos que Dios, sea Amor.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Caminante de sueños

La lluvia orquestando el paisaje, los árboles y las flores, casi silenciosos, receptivos, contemplativos.
 Los verdes, susurrando de a tonos su alegría. Los pájaros, esos instrumentos alados, observan canturreando bajo sus techos, la maravilla. El cielo, es la fuente viva, el aljibe milenario, que nos refresca con su algarabía, nos da nueva vida, nos trae otra oportunidad. 
Un nuevo ciclo comienza, la primavera, repoblada de esperanzas, cargada con toda la sabiduría de los viejos años, con la inocencia del inicio, anciana y niña, eterna, se reinventa.
 Todas estas sensaciones, estas visiones, son espejo de mi alma, una protagonista fértil, un valle de horizontes lejanos, de atardeceres soñados, rosados... un no saber que va sabiendo.
 Los anhelos tibios de mi sangre, herencia de innumerables pasos, cobrando identidad en la cúspide de mis ideas.. La electricidad de la vida, que transmitiéndose en el tiempo, de corazón a corazón, desmiente a la oscuridad que trae la muerte, iluminándola.
 Mis sueños, cabalgantes lejanos que nunca se cansan, son ese pulso que ahora me delinea, y que renovado, me identifica. Mientras el lienzo del mundo, danza conmigo, cada integrante, otro emisario, otro pulso, otro caminante de sueño, dibujado bajo el resplandor de un nuevo tiempo.
 ¿Pero y si nos proponemos alinear nuestros sueños?
¿Y si reconocemos que somos herederos del mismo fuego eterno?
 ¿Y si como una orquesta, logramos afinar nuestros deseos, cada uno en su preciosa particularidad, encastrados con belleza, con empeño, elevando nuestra música como a un rezo, convirtiéndola en un solo gran deseo? 
Ese deseo, que hoy está latiendo fuerte entre los solitarios recovecos de mi corazón, de mi conmoción, de mi sensación, es todos a quién pertenece... sólo nos falta un darnos cuenta... para eso.. la Vida...