miércoles, 13 de junio de 2012

Cruz

La música del funeral enredada en el aire
Me siento culpable.
No hay rastros de vos
Y yo comprendí que el infinito es un coro muy grande
como para poder perderte entre sus voces
No quiero perderte.
Quiero encontrarte. 

Soy como un perro herido
queriendo escapar de esta lluvia de estrellas calientes
Estoy mojada de fuego
Estoy envenenada por mis propias flores
Y vos entendés
de dónde brotaron estás flores de cianuro
estas estampidas de deseos de tragarlas 
de convertirlas en el elixir de mi muerte
Pero ya no querés entenderlo más
Entender es fundir tu realidad
y nadie quiere fundir su realidad con la realidad del infierno
Hace calor de dolor acá
Y tus clavos ya están cansados de estas cruces de lava

La promesa divina se expone
y el abismo se abre como un cielo que ya no es cobarde
Aquel azul arde y esculpe rojos en la tarde
Cambia el cielo el sol cuando se acuesta en las espaldas de la tierra
Y cambia de hoja el paradigma que idolatraba lo nauseabundo 
Y cambio yo con ellos,
como una nota infaltable en sus canciones
Estoy viajando con ellos
Carruajes en el firmamento.