llave escondida en los subsuelos
en laberintos de sangre
en los códigos de un brebaje
ácido misterio que no te puedo beber
añoro encontrarme a mi misma
añoro, imploro, sueño ese abrazo
sueño con un balcón sin precipicios hacia el no ser
y que las tardes ya no estén oxidadas por el anticipo de la noche
y que la luna no derrita su angustia de leche ausente sobre mis sueños
con empachos de recuerdos
y dardos de cálida inacción
el día se tornó imposible
yo pienso en que mi sombra me empuje
cada vez más lejos por los senderos del deseo
estaré más cerca del origen
de la valija perdida que guarda el secreto
y que quema la inocencia con olas de fuego
estoy surfeando esa ola caliente
me engullen los llamas
gritos del pasado desesperado
a mis cenizas, las elegirá el viento.
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